sábado, 22 de septiembre de 2007

La Bruma...



Son tan hermosas las noches de estos días. La bruma se tiende como una inmensa frasada sobre todos los edificios. Petrificando los pasos errantes, invitando al sueño y al silencio.Son noches dulces de esas en las que sólo deseas abrazar a un congénere y recodarle lo amoroso que es el calor de otro cuerpo y, ya tendidos en el abrazo, nos atrevemos a dejar caer las máscaras.

Las sombras dulces que invitan al sueño, los abrazos y al silencio, nos obligan a buscar venadentro, formas arcana encerradas en nuestros propios miedos. Se debe encontrar combustible para el alma, sueños para el cuerpo y por sobre todo un lecho dulce que te acoja con manos generosas y apacibles.

Es en estas noches de inverno tropical que uno plantea la impotencia de la soledad y la bruma viene a llenar la ausencia.Así que la bruma nos abraza y nos purifica como la lluvia, nos da un impaz para respirar profundo y sentir que la noche es amorosa.

Quizá simplemente son deseos absurdos de encontrar entre las formas de la bruma una mano de mujer abierta al sueño de la vida, quizá una manera de mantenerme despierto en este mundo tan bizarro, mas a fin de cuentas eso no cambia que ame abiertamente a La Bruma...

Crónica 1°: La Debacle de los sueños...


¿Todos los buenos sueños acaban en devacles, o sólo los míos?


¿Será que tengo alguna afrenda pendiente con el Cosmos, que lo hace tan violento y vengativo?


¿Será que en otras vidas fui un romano, un conquistador español o un clérigo de la Edad Media, como para haber dañado tanto los caminos del tiempo que hoy por hoy se desdeñan las pasiones más amadas como simples placeres pasajeros?


Y los sueños llegan como siempre para refrescar un poco el panorama y volvernos de golpe a la soledad ignominiosa y las torturas que llevo tatuadas venadentro.


Pasan los días y ya no busco Nortes, sino palas para cavar mi propia fosa. ¡Es tan duro soñar acaso, que no se puede cumplir ningún sueño, es tan inhumano mirar unos ojos y pensar que realmente sean sinceros...!


Hoy doblan las campanas por un sueño que nació muerto, lo podrán velar junto al lecho vacío, mi cama, mi mausoleo...


Carta breve a la amante no presente...

Hoy he elevado mi pluma desde mis sombras, y borrosamente dibuje unas runas, rápidamente vino a mi tu imagen distante y fresca, esos ojos que impactan y esa palabras dulces que nunca podremos cruzar de frente.
Así que mi pluma dio rienda a sus deseos, de decirte un "hola", aunque estes tan distante...
Así pasan las horas los dementes, contemplando musas aunque la bruma no permita ver nada, degustando alientos aunque su paladar ya no sienta nada...
Quizá mañana me atreva a nombrarte como lo hace los ascetas con sus dios antiguos, proclamando el regreso de quién jamás ha venido.
Quizá esta noche nos topemos en sueños y perfilemos algunas sombras en medio de tanto destierro. En mi cama hay una almohada con tu nombre, en mi cocina una jarra, en mi brazo un espacio para tu cuello y mis labios un besos para tu beso.
Como añoro conocer esos ojos tibios, esa manos cálidas y tu invitación al olvido.
Pero algún día vendrás quizá cuando ya no te espere, cuanto piense que te has desvanecido como un ídolo de barro olvidado en el desierto, como un anfora de vino derramada en mar abierto, como un gramo de polvo que se la llevó el viento. Ahí vendrás a mi busca y deberé recibir con desidia y desespero, diciendote al oído: "¡tanto duraste en llegar, qué en ti ya no creo!"
Pero no habrá palabra amada escondida en el tiempo que me permita renuciar a tu beso amoroso y tierno.
Te espero esta noche, amada madre de mis sueños, reina de la penumbra que cobija mis huesos, dulce latigo de espinas, sutil lanza en pleno pecho, hija de plomo y pólvora, ave de acero, mariposa de cristal, beso de cobra en el cuello...
Amada amante escandalosa noctambula y sigilosa de día, amada Muerte mia, me despido en tu espera....

Un fraternal saludo desde mis amadas fosas... masticando una hogaza de desespero...

Hades.

sábado, 1 de septiembre de 2007

Tonada para una madrugada de sueños turbios…

Tras un corte de miradas negras y alargadas
cruzadas con la Muerte, la noche y la bruma,
con cierta tristeza mezquina clavada en el alma,
escribo, quizá, los últimos versos de madrugada.
Borracho de sueño decaigo hoy, ayer o mañana,
entre inciensos quemados y velas apagadas,
entre las vacilantes flamas de los inmenso
y una soledad que cala en las entrañas…

* * * * * *

Borracho de sueño decaigo
en el sueño triunfal de la Muerte.
Laxo entre alegrías y penas
declino mi cabeza hacia el suelo.
El silencio colma esta noche
sonora de quejidos de perros.
Divago entre luces negras y sombras,
declino mi cabeza hacia el suelo.
El abismo de la Vida se finiquita.
Borracho de sueño decaigo.
Hay olores de sándalo y rosas
que explosionan al final del trecho.
El sudario de las Parcas está hecho,
declino mi cabeza hacia el suelo
y observo la fosa a mis pies tendida,
borracho de sueño decaigo.
El vino es agua sucia. La ácida
y salobre salmuera es hoy alimento.
Mis venas se abren voluptuosas.
¿Quién portará mañana mi libro
de cantos amargos por este mundo artero?
¿Quién lloverá de nuevo en Primavera?
¿Quién soplará en el otoño? ¿Quién
se dignará a dar un respiro tísico
entre las sombras claras de lo incierto?
La bruma se posa como un muro
ante los lazarillos negros de mi ojos
blancos y traslúcidos de miedo y sueño.
La bruma, (¡Oh muralla indescriptible!,
¡oh calvario eterno de mis sombras claras!,
¡nubes indómitas hijas de los destierros
funestos de las Musas, las Diosas y las Hadas!)…
La bruma –repito– se tiende cual marea roja
de sangre yerma y aglutinada,
y borra todos los nortes y las coordenadas.
Borracho de sueño decaigo solo
y apuesto mi oro contra su barro…
hoy sus tiestos húmedos de sangre,
de sangre yerma y aglutinada,
vale más que cualquier sol del Cosmos:
con ellos se edificará mi última morada.
Voluptuoso, como fruta madura y arrojada,
declino mi cabeza hacia el suelo
aprontando mis sienes contra la almohada.
Borracho y solo, decaigo de sueño,
añorando tan solo no despertar mañana…
o que el sueño no me venza furibundo
en esta triste y desahuciada madrugada…