viernes, 9 de septiembre de 2011

Dioses, maestros y padres...

Alguien corre, como si la salida
se encontrará tras la puerta.
Alguien reza, como sí la verdad
estuviera escondida bajo la mesa.
Alguien lucha; tratando de hallar
su libertad en otra guerra.
Alguien canta, tratando de fecundar
esperanzas en la roca seca.
Y mañana,
el que corre se sentirá agotado
por jamás encontrar aquella puerta.
Y mañana; quién reza se hallará retorcido
de escarnio e impotencia.
En el alba,
el guerrero ensangrentado se hallará
sin libertad y sin tierra.
Y el cantor recogerá margaritas
para la tumba de sus manos y sus piernas.
Ayer el cantor negó la lucha
como parte de su tarea.
Ayer el guerrero obvió el canto
como arma en la palestra...
quién reza nunca puso el paso,
ni el empeño ni la fuerza y,
quién huye, obvió el honor
de quién busca la respuesta.
Mientras tanto los maestros
y los dioses y los padres se olvidan
de dar la caña y no la cena,
y dejan a sus hijos corromperse
en mares de excusas sin respuestas...