miércoles, 8 de febrero de 2012

Cansío de poetastros mamarrachos...

Cansío de poetastros mamarrachos
inundando lares claros con marismas,
verborrea de amores platónicos,
sin saber lo que la palabra atisba…

Esbozo un beligerante espacio,
donde se plasme otra esencia,
buscando un lugar algo sombrío,
para blandir verdades sin clemencia…

Y la pluma torna en espada umbría,
y las manos en garras afiladas,
es hora de apuntalar algunas filias,
es hora de desalar algunas hadas…

Abro pues, desde mi pletórico mundo,
un reto al sano duelo y la danza,
al verso felino, fino y profundo,
de demonios y ángeles, de caza…

En Caliope monto galope sin freno,
guadaña en mano y casco renegrido,
que alguien haga sonar al Trueno,
y los guerreros hallen su sonido…

miércoles, 1 de febrero de 2012

Apostasía...

He devorado a los dioses caóticos, aderezando su sangre amarga con un poco de razón y lógica… Me he deleitado profanando los abismos pletóricos de dogmas, con un poco de ironía y elocuencia…
Inmerso en las capas más astrales, más terrenales y animales, esencias probadas por evolutivas sendas, bosques sinuosos creados por ignorancias, desiertos de conformismos ciegos y poca humanidad consciente.
Ilusos acaso serán mis congéneres que se debaten por cruces mientras los etéreos lanzan dados y azares. Dioses que duermen la siesta de hace milenios, aprobando el albedrío y marchando a otras galaxias, mientras algunos patanes se visten de sabios y papas, para dominar a los más que, aborregados y en ignorancia, insultan a los creadores.
Ergo, la culpa es de los dioses, por hacer la razón opcional, al igual que el trabajo, al igual que la firmeza, por hacer al animal racional y dotarlo de cabeza, sin enseñarle a usarla u obligarlo a hacerlo.
Y tomé la palabra del mesías judío, que se supo escribir en romano; para llevarlo al sentido concreto y quitarle lo mundano, quitarle lo romano, quitarle lo burdo, quitarle lo politizado y más que un libro de idolatría a un Jesús crucificado le hallé increíble semejanza con los tratados nietzschelanos.
Por ello, siempre argumento con escarnio, cuando alguno mira a su dios con la ofensiva mirada de un fondo de bancario, con la obtusa necesidad de una biblioteca, con la mediocre noción de un bastón cuando se tienen las manos. Y recuerdo, como enfermo algo que me dijo un dulce viejo llamado Victoriano: “a dios rogando y con el mazo dando, uno puede dejar de rogar, pero jamás dejar de dar con el mazo…”
A los dioses se les agradece en el silencio de la paz, en deber cumplido, en el plato bien ganado, usando las manos para lo que se hicieron las manos, usando la consciencia para más que leer el diario.
Repetir un nombre y un salmo, sin entender más que lo que las letras dicen, memorizar pasajes manipulados por humanos, eso lo hace cualquier simio que se crea cristiano, más el simple hecho de darle gracias a un cristo, es idolatría desmesurada hacia un hijo cuando la gloria debería ser sólo del padre.
Creer por creer, por la necesidad de creer, vale igual que no creer, saber creer más allá de los dogmas y la fe, eso es hermanos míos mirar la vida y comprender.